Saludos cariñosos a la amada comunidad de CHET, el Centro Hispano de Estudios Teológicos.

Aunque muchos de ustedes me conocen, creo que sería de ayuda para todos nosotros que me permitieran relatarles mi trayectoria espiritual y vocacional. Por favor lean la siguiente narración como la manera de presentarme a la comunidad de CHET.

Yo acepté a la Cristo Jesús como mi Salvador a la edad de 7 años, y más tarde fui bautizada en la Iglesia Centro Americana en El Salvador. La situación política de mi país en los años 70s influyeron para que mi mamá junto con su hermana tomara la peligrosa aventura de venirse a los Estados Unidos, cruzando Guatemala y México, en busca de un mejor futuro para sus hijos. Mi madre encontró trabajo en el distrito de costura de Los Ángeles, donde ganaba entre $75 a $100 dólares a la semana. Este dinero ayudo a cimentar el camino para que trajera a sus hijos a los Estados Unidos en busca el sueño americano. Yo llegué de El Salvador a los 17 años. Mi primera iglesia hogar fue la Iglesia del Pacto Evangélico en la Calle San Francisco, en el centro de Los Ángeles.

Mi trayectoria espiritual no ha sido una de servir dentro de una iglesia o una institución religiosa. En su lugar, yo incorporé mi llamado y ministerio para servir a Dios cada día, sirviendo a mis estudiantes y a sus padres; y dentro de la iglesia a la que asistía, sirviendo a mis hermanos y hermanas. Mientras más educación obtenía, mejor entendía mi llamado y la razón por la que Dios me había puesto en el Valle Central de California. Era un llamado a servir donde la pobreza y la desigualdad en todos los aspectos de la vida afectan a los latinos desproporcionadamente. Consecuentemente, siendo coherente con mi fe y mi llamado a servir y a levantar a aquellos que no pueden levantarse por sí mismos, ha sido la manera de darle honor a Dios con mi vida, y ha sido la fuerza que me ha motivado para abrir puertas y crear redes de capital social que últimamente mejorarán el estilo de vida de esta población desatendida.

Mi trayectoria educacional me ha dado más de 30 años de experiencia como maestra y como administradora escolar en la escuela preparatoria. También he trabajado como profesora de universidad con más de 10 años de experiencia en investigación educativa con un enfoque bilingüe español e inglés. Fundamental a esta experiencia ha sido mi fe en Cristo Jesús y el servir en la misión de Dios en la iglesia latina. Dentro de la denominación de la Iglesia del Pacto Evangélico, he servido como profesora en CHET, y también como parte de su Mesa Directiva entre los años 2010-2020, así como he servido en el Comité Ejecutivo de la Iglesia del Pacto Evangélico. Mi más reciente emprendimiento ha sido, desde febrero 14, servir como presidenta Interina. Reflexionando en esta etapa de mi vida, me he dado cuenta de que, después de 47 años, estoy de regreso en el lugar donde comenzó mi historia con la Iglesia del Pacto Evangélico.

Creo que Dios me ha estado preparando por más de 30 años, académica y pastoralmente para un tiempo como el que estamos viviendo. Me ha tomado mucha oración y esfuerzo el reconocer la voz de Dios llamándome a llevar Su obra. Una vez que entendí Su llamado, tuve que examinar mis calificaciones y discernir como estas podían ayudar a CHET en el avance de su misión. Estoy persuadida que, aunque no tenga un entrenamiento teológico formal, mis décadas de trabajo con las minorías desamparadas y desatendidas han sido mi manera de pastorear a los más pequeñitos, y de ser obediente al llamado cristiano de actuar con justicia, amar la misericordia, y caminar en humildad con nuestro Dios (Miqueas 6:8).

Magdalena Sánchez